Conectividad, colaboración y ciberseguridad: las tres claves ante la masificación del trabajo híbrido

Gestión empresarialMercado Laboral

Por Claudio Ortiz Welsch, gerente general de Cisco Chile-

La transformación de la cultura laboral tradicional sigue siendo desafiante. Trabajo híbrido, presencial o remoto, sigue siendo la disyuntiva de muchas empresas. Dependiendo de la compañía, del grado de madurez digital y del rubro, la balanza se inclina por una mixtura equilibrada entre lo presencial y remoto.

Según una encuesta hecha por Forbes a 65 de las personas más ricas del mundo, más de la mitad (52%) cree que el modelo de trabajo híbrido será el camino del futuro. El 45% piensa que la mayoría de los empleados regresará a las oficinas, mientras que sólo el 3% dice que el trabajo terminará siendo predominantemente remoto.

Se trata, en definitiva, de una cultura que posiciona al colaborador primero. No es simplemente ofrecer flexibilidad respecto al lugar de trabajo, sino también proveer accesibilidad, cercanía, atención, acompañamiento y una compatibilidad certera de manera transversal, sin discriminación ni alteración de una sobre otra.

Las empresas no solo deben verla por su operatividad, eficiencia y sostenibilidad, sino también por valorar y enriquecer constantemente a sus colaboradores. De esta manera, mientras son más competitivos y atractivos para el mercado, cuentan con trabajadores felices, comprometidos y dando el máximo en cada una de sus tareas.

Las tres C’s 

Aunque el trabajo híbrido surge mayormente como consecuencia del confinamiento, es también producto de la evolución y aceleración de los sistemas digitales de comunicación y colaboración. Además, las prácticas de trabajo remoto ya formaban parte de la cultura laboral antes de la pandemia.

Sin embargo, ante su masificación y madurez, es importante considerar que un mayor provecho y beneficio va asociado a tres ejes: conectividad, colaboración y ciberseguridad.

Conectividad. Es común escuchar las siguientes frases: “Los perdí, ¿Me escuchan?”, “¿Pueden ver mi pantalla?”, “Apagué la cámara para recuperar la estabilidad de conexión”. No es un reto menor, el consumo de bancha ancha al interior de los hogares aumentó. Por tanto, el desafío es ofrecer y asegurar que los colaboradores tengan una experiencia estable y óptima.

Colaboración. Comunicarse es vital para cualquier empresa y no hacerlo implica graves riesgos. La colaboración remota, de hecho, es más sencilla cuando los colaboradores logran utilizar una plataforma segura, intuitiva, estable, funcional y con herramientas múltiples de voz, vídeo, web y mensajería instantánea. Compartir, dialogar y debatir ideas en el entorno digital debe ser con herramientas productivas y que aporten al bienestar de los equipos.

Ciberseguridad. Entre más ataques se lleven a cabo, con mayor impacto y consecuencias en instituciones críticas, más conscientes son los Estados, empresas y ciudadanía de la importancia de la seguridad digital. No se trata de una necesidad o antojo, es la prioridad de todos los sectores e industrias. Al estar conectados y a pesar de la evolución de los sistemas de seguridad, los usuarios son bombardeados con amenazas. Por lo tanto, las empresas deben hacer de la seguridad una prioridad y extenderla a todos sus colaboradores remotos y dispositivos.

Es clave que las organizaciones comprendan que el trabajo híbrido cumple dos funciones clave: continuidad operacional y colaboradores más felices. Esto último es fundamental para los tiempos que vivimos, el talento es esencial para el éxito de las organizaciones, por ende, ofrecerles las condiciones necesarias para que lleven a cabo su labor de forma digital hacen a las compañías más competitivas, ágiles e inclusivas.

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