Para potenciar la movilidad de autos eléctricos es vital el monitoreo de estaciones de recarga

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Paessler anota la importancia del monitoreo con los sensores de IoT implementados en las estaciones de carga para enviar información sobre su funcionamiento.

Paessler anota la importancia del monitoreo en las estaciones de carga de los autos eléctricos, donde los sensores de IoT implementados en las estaciones deben estar conectados a la red local y, desde allí, a Internet, para enviar información sobre su funcionamiento.

La producción de vehículos eléctricos en México está experimentando un avance significativo, ya que en el año 2023 se fabricaron un total de 106,180 unidades, lo que representa un crecimiento del 36.3% en comparación con los 77,897 automóviles de este tipo producidos en 2022, según datos de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), que también informa que 1,146 estaciones de carga a lo largo el país.

El despegue del mercado de autos eléctricos ya comenzó, incluso el 15 de marzo pasado, Nissan y Honda informaron que han iniciado conversaciones para establecer una alianza en la producción de componentes y software destinados a vehículos eléctricos, con el fin de reducir costos y fortalecer su competitividad en un momento en que el mercado de vehículos eléctricos está en plena expansión.

Un estudio de 2023 de Nature indica que, en el Estado de California, EU, 1 de cada 5 propietarios de vehículos eléctricos se siente tan frustrado con la cantidad de estaciones de carga y la calidad de los servicios ofrecidos que se plantea volver a un vehículo de gasolina. Según PwC, hoy en día hay 1,4 millones de gasolineras convencionales y 160,000 estaciones de carga eléctrica en EU.

En este marco los propietarios de vehículos eléctricos enfrentan varios desafíos al cargar sus autos, que incluyen:

  • Infraestructura de carga insuficiente: La disponibilidad de estaciones de carga puede ser limitada en ciertas áreas, lo que dificulta la carga fuera de casa o en trayectos largos.
  • Tiempo de carga prolongado: Aunque las tecnologías de carga rápida están mejorando, cargar un vehículo eléctrico puede llevar más tiempo que llenar un tanque de gasolina en un automóvil de combustión interna.
  • Variedad de estándares de carga: Existen diferentes tipos de conectores y protocolos de carga, lo que puede causar confusión y dificultad para los propietarios al encontrar estaciones de carga compatibles.
  • Costo de la infraestructura de carga en casa: Instalar un cargador en casa puede ser costoso, especialmente si se requieren actualizaciones eléctricas en el hogar.
  • Dependencia de la red eléctrica: Durante picos de demanda de energía, la infraestructura eléctrica puede verse sobrecargada, lo que puede afectar la disponibilidad y velocidad de carga de los vehículos eléctricos.
  • Falta de estándares de facturación: La forma en que se factura el uso de estaciones de carga puede variar, lo que dificulta la comprensión y comparación de costos para los propietarios de vehículos eléctricos.

Abordar estos problemas es fundamental para mejorar la experiencia del usuario y promover una adopción más amplia de los vehículos eléctricos, anota David Montoya, Director Global de Desarrollo de Negocios de IoT en Paessler.

El pequeño número de estaciones de carga –explica Montoya– afecta la experiencia del propietario del vehículo eléctrico. Especialmente en el caso de los vehículos eléctricos no híbridos, existe el temor real de que, al circular por las carreteras mexicanas, no encuentres estaciones donde cargar la batería de tu coche. Otro factor que dificulta la adhesión a este nuevo modelo sostenible es la calidad de los servicios que ofrecen estas estaciones. Dependiendo de la infraestructura de la unidad visitada por el conductor, el proceso de recarga puede tardar horas o, por fallas de gestión, no ocurrir en absoluto.

Una excelente calidad de experiencia al volante de un vehículo eléctrico requiere que este coche se recargue en cualquier punto geográfico, de forma rápida y fiable. Sin embargo, para lograr este logro, es necesario que los administradores de las estaciones de carga revisen su infraestructura. Una estación de carga eléctrica es necesariamente diferente de una estación convencional de gas/diésel.

El corazón de una central eléctrica son los datos

Los sensores IoT implementados en la estación de carga deben estar conectados a la red local de la estación y, desde allí, a Internet, para enviar información sobre el funcionamiento de la estación a las Apps que apoyan a los propietarios de coches eléctricos, ya sean puntos de carga de la estación, que estén vacantes u ocupadas, los parámetros de entrega de energía en KW/hora y el origen de la electricidad, ya sea de la red o si es sostenible, generada, por ejemplo, por sistemas de energía solar o eólica.

En el mundo de los vehículos eléctricos, la interacción entre el conductor y la estación se basa en el autoservicio, sin intervención de asistentes. Esto explica por qué es fundamental que los dispositivos que utilizará el cliente, desde el cable que conectará al vehículo hasta su propio teléfono móvil, estén en pleno funcionamiento, anota el directivo.

Es en este contexto que comienza a diseñarse una revolución en la gestión de las estaciones en México, pues atrás quedaron los tiempos en los que la diferencia entre una estación y otra era el tamaño y la prestación de otros servicios como alimentación, talleres, reparación de neumáticos, etc. En la era de los vehículos eléctricos, la infraestructura digital de las gasolineras es fundamental y actúa como la punta del iceberg de un ecosistema muy heterogéneo. Los informes de conductores mexicanos irritados por la calidad del servicio en las estaciones de carga señalan errores como la falta de disponibilidad de Wi-Fi en la estación –algo esencial para que la aplicación utilizada por el cliente brinde la mejor experiencia– hasta problemas con la estación de carga.

La visión predictiva previene la frustración del conductor

Una forma de evitar la frustración de los clientes es utilizar plataformas de monitoreo multiprotocolo rentables para obtener información predictiva sobre los “n” elementos digitales detrás de la estación de carga, desde el suministro de energía hasta el estado del cable de transmisión. Ya sea que la red esté completamente basada en dispositivos IoT o conectada a entornos de TI, el panel creado fácilmente a partir de plantillas arroja luz sobre todo lo que está sucediendo. El administrador de la estación o red de estaciones obtiene una visión centralizada que, cuando sea necesario, puede llegar a los detalles del entorno. Otro diferenciador de este tipo de soluciones es su facilidad de uso. Las pantallas interactivas reducen la necesidad de profesionales con gran experiencia técnica, algo que responde a la realidad de muchas empresas mexicanas.

La cultura de los vehículos eléctricos requiere cambios estructurales para aprovechar su potencial. Un paso fundamental de este camino es reflexionar sobre el nuevo paradigma de las estaciones de recarga, ya sean unidades autónomas o sectores de las estaciones tradicionales, enfocadas a la venta de combustibles fósiles. La alianza entre sensores y una plataforma de monitoreo que funciona 24×7 para predecir fallas y generar alertas ayuda a satisfacer a los conductores de autos eléctricos que viajan por México. Quienes sigan este camino construirán el futuro, concluyó Montoya

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