Estas son las 5 tendencias de medios de pagos digitales en México

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Uno de los medios favoritos es el contactless, que se está utilizando más y que continuará creciendo en 2021. Este sistema permite al cliente realizar sus transacciones sin efectivo con el uso de apps.

albo ha observado que en los últimos 12 meses, el número de usuarios registrados aumentó 200%, llegando a 1.2 millones, mientras que las transacciones en servicios digitales crecieron cuatro veces, lo que se traduce en un incremento muy significativo en el uso de los pagos digitales.

De acuerdo con información de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), en el primer trimestre de 2021 cerraron 867 sucursales bancarias en México y se perdieron más de un millón de contratos de tarjetas de crédito, en comparación con el mismo periodo de 2020, como consecuencia de la crisis generada por el coronavirus.

“La pandemia impactó positivamente el negocio de los medios de pago. Creemos que la COVID-19 aceleró el uso de los medios de pago electrónicos y digitales, aunque también es cierto que una gran parte de la población ha perdido oportunidades debido a que muchos ciudadanos, administraciones públicas y empresas no disponen del equipamiento necesario”, estima Juan Pablo Rojas, Head of Product de albo.

Un elemento clave para el crecimiento de los medios de pago es la confianza del consumidor al momento de realizar una compra o un pago. A pesar de que se han intentado implementar muchos métodos, es el propio usuario quien decide qué app usar para administrar su dinero de forma sencilla, segura y rápida.

El futuro inmediato de los medios de pago

Rojas señala que, sin duda, el contactless o pago sin contacto será la condición intrínseca de los medios de pago, y a partir de ahí podemos visualizar 5 grandes tendencias:

  1. Pago a través del celular: El uso de aplicaciones móviles continúa liderando el mercado y se mantiene en crecimiento, porque las apps brindan la facilidad al usuario para realizar compras en línea y hacer pagos desde su dispositivo móvil y en cualquier lugar. Es el medio de pago preferido por early adopters porque es cómodo rápido y funcional.
  2. Wearables: Hace referencia a los dispositivos tecnológicos utilizados como accesorios y que complementan la vestimenta del usuario, como relojes inteligentes, pulseras digitales y hasta zapatos deportivos con GPS integrado. Interactúan con el usuario y con otros dispositivos para cumplir diferentes funciones como por ejemplo convenientemente hacer pagos desde tu muñeca con solo un toque, sin la necesidad de llevar contigo carteras o dispositivos móviles.
  3. Face to pay: Este año se escuchará hablar del método de pago a través del reconocimiento facial. A través de una aplicación que descarga el usuario, podrá sincronizar su información bancaria con un análisis biométrico de su rostro. Con esta solución tecnológica, los usuarios podrán realizar pagos sin efectivo ni tarjetas, de manera ágil y segura, ya que con una “selfie” podrá validar la transacción. albo, siempre innovando, ya cuenta con esta forma de pago.
  4.  e-wallets: Los monederos electrónicos o billeteras digitales permiten hacer pagos en línea de forma segura porque son versiones virtuales de las tarjetas de débito y crédito, con la ventaja de que no es necesario introducir los datos de la tarjeta física ni cargarla en la cartera. La mayoría de los e-wallets cifran los datos bancarios y la información personal.
  5. Voice payments: La interacción de voz ya está acelerando las tareas bancarias diarias, desde iniciar sesión y activar tarjetas hasta realizar transferencias y pagar facturas. Sin duda, esta tecnología tiene el potencial de mejorar los servicios financieros más allá de la conveniencia y la accesibilidad.

El incremento en el uso de estos dispositivos se perfila como una de las grandes tendencias de medios de pago para este año, ya que al igual que la billetera digital, el cliente no necesita tener contacto ni efectivo para realizar sus transacciones. “La digitalización de las finanzas es una tendencia que comenzó como respuesta a la necesidad de sostener las actividades durante el confinamiento, pero llegó para quedarse y apenas es el comienzo de esta revolución”.

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