Es hora de transformar a México a través de la manufactura

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Por Denis Pineda, Gerente General en Universal Robots.

A menudo se dice que México progresa y en nuestro mundo cada vez más globalizado, es fácil olvidar que una de las bases de la economía del país hoy está en la manufactura. Lo que ha ocurrido a lo largo de las pasadas décadas es una expansión de la industria sin precedentes históricos, en la que las fábricas diseñadas para producir bienes como automóviles, juguetes y electrodomésticos se han reestructurado para producir de todo, desde piezas para aviones hasta semiconductores e innumerables componentes.

¿El resultado? Millones de empleos creados y una duplicación del PIB nacional. En tan sólo unos pocos años, México ha creado un panorama favorable industrial y económico.

Como uno de los países más importantes con una base industrial y una fuerza laboral sólida, México se encuentra en una posición privilegiada para ascender al estatus de potencia y más allá. Incluso hoy, México es una referencia mundial, y todo gracias a la industria manufacturera que ha crecido durante las pasadas décadas.

Pero, a pesar de este extraordinario éxito, la industria manufacturera enfrenta diferentes retos y se ha visto afectada cada vez más por las condiciones actuales que se presentan para las personas que trabajan en ella.  En consecuencia, las generaciones jóvenes que hoy ingresan a la fuerza laboral han optado por especializarse en finanzas, software y otras industrias basadas en servicios, dejándonos cada vez más escasos de soldadores, maquinistas, electricistas y más personas calificadas con cada década que pasa.

Esto ha establecido un patrón de declive que se refuerza a sí mismo: menos mano de obra calificada significa menos pedidos de manufactura realizados en México, lo que reduce el número de fábricas y, en última instancia, el número de empleos disponibles. Hemos creado una carrera de resistencia para la industria manufacturera.

La automatización es necesaria para la industria manufacturera de México

Hoy día, existe una escasez de trabajadores y la relocalización de los empleos manufactureros apenas ha comenzado. Diferentes estudios estiman que las cifras de escasez de talento podrían aumentar a más de 2,1 millones de puestos de trabajo vacantes para 2030.

Esta situación tampoco mejora. Por ejemplo, la edad promedio de un soldador es 57 años y más de nuestros trabajadores altamente calificados abandonan la industria en lugar de ingresar a ella. Incluso para empresas en el extranjero, hay más puestos de trabajo que trabajadores.

La naturaleza de lo que estamos construyendo también ha cambiado. Los automóviles, por ejemplo, ya no son los trozos de metal y caucho que producían las fábricas en los años cincuenta. En cambio, los consumidores exigen sistemas de cámaras avanzados, pantallas de información y entretenimiento que se parezcan a sus iPads de primera línea e incluso las llantas de los sedanes de nivel medio deben ser talladas con diamante y precisión láser.

No es de extrañar que la administración de gobierno actual se esté apresurando a reconstruir nuestra industria manufacturera de alta tecnología y dar a luz la respuesta del nuevo milenio a diferentes compañías.

La verdad es esta: la fabricación de alta tecnología requiere soluciones de alta tecnología y, si hay que creer en las estadísticas de los diferentes estudios de mercado y de analistas, entonces la estrategia histórica de línea de producción de dedicar más personas al problema no va a funcionar.

Si bien la década de 2010 estuvo plagada de miedo a la automatización y la “robofobia”, está claro que se trata de un miedo infundado y que necesitamos más humanos que nunca. Incluso en países como Corea del Sur, donde el uso de robots junto con trabajadores humanos es rampante, todavía están creando y ocupando más puestos de trabajo en el sector manufacturero que nosotros en México.

La automatización es la nueva estrategia. Con la llegada de la inteligencia artificial y la visión por computadora, robots dramáticamente más baratos y muchos más puestos de trabajo disponibles que trabajadores para cubrirlos, los fabricantes están compitiendo para poner los robots en línea al lado de sus trabajadores humanos.

Los robots permiten a los fabricantes aumentar exponencialmente la productividad de sus empleados. La escasez de soldadores es un problema mucho menor cuando un soldador experimentado puede supervisar cinco soldadores robóticos.

Los efectos posteriores de esto son enormes para los propios empleados. En lugar de perder sus medios de empleo, las empresas manufactureras están invirtiendo en mejorar las habilidades de sus trabajadores con nuevas habilidades (recompensadas con paquetes salariales más grandes), reasignándolos a tareas más complejas e interesantes y confiando en los miembros más experimentados de su equipo para supervisarlas. orientar y formar a la generación más joven.

¿Qué significa esto para México? Nuestra misión como país debe ser incorporar robots a todos los aspectos de nuestro proceso de fabricación, permitiendo que las tareas menores se automaticen y las líneas de producción funcionen las 24 horas del día, los 7 días de la semana, sin obstaculizar la vida y el bienestar de nuestra fuerza laboral nacional.

El resultado final para México y los mexicanos es menos deuda nacional, cadenas de suministro locales más fuertes, salarios promedio más altos, más prosperidad en nuestras comunidades locales y nacionales y un camino mucho más optimista para nuestras generaciones más jóvenes.

‍En Universal Robots, nuestra propia misión es democratizar el acceso a los robots y hacer que la automatización sea mucho más asequible que nunca para los fabricantes. Nuestros productos, están diseñados para potencializar y seguir revolucionando a la industria manufacturera del país y seguir creando las condiciones para que la manufactura siga siendo uno de los pilares más importantes del desarrollo de México.

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