¿Por qué es importante la movilidad de datos?

CloudVirtualización

Por Michael Cade, CTO Global de Campo de Estrategia de Producto Nativo de Nube en Veeam.

Si bien es posible que la pandemia haya acelerado las estrategias de transformación digital, conforme los trabajadores regresan a las oficinas, las organizaciones de todo el mundo están comenzando a contemplar la posibilidad de trasladar las aplicaciones nuevamente al entorno on-premise. Y con las presiones financieras empezando a afectar, hay un tema que se vuelve aún más importante: dónde y cómo se almacenan los datos. Con todo, no es una decisión puramente financiera, ya que se deben considerar los requisitos técnicos y de seguridad para mantener el rendimiento y protegerse contra amenazas cibernéticas, como el ransomware.

Como resultado, las empresas están reevaluando cada vez más sus estrategias de nube y sopesando el traslado de cargas de trabajo a la nube, la exploración de diferentes proveedores, la repatriación a sus centros de datos o una combinación de los tres en función de sus necesidades únicas. Pero, para poder aprovechar al máximo estas diferentes opciones, es fundamental que presten mucha atención a la movilidad de sus datos.

Vientos de cambio

Para comprender por qué es importante la movilidad, vale la pena recordar cómo llegamos aquí. La pandemia abrió la puerta de par en par para que las personas trabajaran de manera remota. Antes, cuando todo estaba contenido dentro del centro de datos, sólo había que ocuparnos de que esa oficina, y quizás otras, se conectaran. Como el Covid-19 obligó a todos a ir a ubicaciones remotas y creó la necesidad de un flujo constante de servicios y datos, el 81%  de las empresas aceleraron su migración a la nube[1], lo que condujo a “La Gran Reubicación”.

Pero cuando la gente volvió a la oficina, empezaron a surgir preguntas. Las compañías vieron aumentar sus costos en la nube y, sin embargo, muchas todavía tenían sus servidores físicos parados, acumulando polvo. Entonces, ¿por qué no llevar las cargas de trabajo y los datos al sitio, como estaban antes, usando la inversión en hardware que ya se ha hecho? Esto es repatriación y, si bien no es una ruta que todos hayan seguido, es un camino muy transitado en el último año más o menos, por sus beneficios financieros y el mayor control que brinda a los equipos de TI. El Reporte de Tendencias de Protección de Datos de Veeam, por ejemplo, encontró que en 2023 el porcentaje promedio de servidores dentro de las organizaciones que están on-premise aumentó por primera vez en más de tres años.

No obstante, la otra opción en esta bifurcación en el camino es “doblar la apuesta” en la nube. Tal vez la fuerza laboral no regrese al sitio, o la empresa y los servicios relacionados se han diseminado tanto que todavía no tiene sentido tener servidores locales. Si las compañías se deshicieron de su infraestructura física durante la pandemia, no vale la pena comprarla y mantenerla toda nuevamente. En este caso, las empresas aún desean optimizar los costos, pero deben hacerlo en la nube, mediante la reorganización de soluciones más nativas de nube, como la Plataforma como Servicio (PaaS, por sus siglas en inglés) o un servicio de base de datos administrado donde el usuario no debe preocuparse por el hardware subyacente, el sistema operativo y los parches.

Recuperando el control

Aunque la pandemia significó que la mayoría de las organizaciones tuvieron que cambiar radicalmente a la nube, ahora que el polvo se ha asentado, se trata de tener opciones. Los equipos de TI pueden mover y reorganizar su infraestructura como mejor consideren para satisfacer sus necesidades y requisitos únicos. Con muchas grandes corporaciones trabajando con estrategias híbridas o multi-nube, no hay una solución única para todos, lo que significa que pueden seleccionar el “hogar” adecuado para cada carga de trabajo, caso por caso.

Pero, si bien esto es posible, no es necesariamente fácil. Muchas empresas habrán descubierto que migrar a la nube por primera vez, incluso si se trata de un “lift and shift” (rehospedaje) básico, es una tarea real. Para aprovechar al máximo las diferentes opciones sobre la mesa, hay que asegurarnos de poder mover fácilmente las cargas de trabajo cuando sea necesario.

Una de las primeras cosas que las empresas deben hacer aquí es evitar el bloqueo en la nube. Esto es más fácil decirlo que hacerlo, debido a las muchas formas en que una organización puede quedar “atrapada”. Éstos incluyen: integración con servicios patentados y APIs que pueden ser difíciles de replicar; habilidades y conocimientos específicos del proveedor, lo que significa que los equipos no tienen la experiencia para trabajar con una nube diferente, y la transparente “gravedad de datos” si una empresa es 100% de una única nube, lo que lo convierte en un gran impulso para las cargas de trabajo a granel.

De forma alternativa, es posible que los equipos de TI se bloqueen de otros entornos y nubes mediante la creación de una arquitectura que no sirve ni se convierte en ningún otro lugar. En otras palabras, puede sacarse de su nube actual, pero no encajará en ningún otro lado.

Una vez que se supera este reto, las compañías deben pensar en cómo mover datos de un entorno a otro, de forma segura y que no resulte en pérdida de cargas de trabajo críticas o que no estén disponibles temporalmente. La manera más segura de hacerlo es con respaldos coherentes con la aplicación. Así no se está afectando nada en la producción, pero se está replicando un clon para la migración, y se puede probar si las cosas en el nuevo entorno funcionan antes de desconectar el antiguo.

La “R” que falta

Si bien garantizar la movilidad brinda valor sólo en términos de apoyar migraciones más fáciles (uno no planea mudarse de casa constantemente, pero si fuera necesario, debemos poder sacar los muebles del edificio), puede ser transformador de otras maneras. Por ejemplo, poder replicar y alojar cargas de trabajo y aplicaciones puede permitir que los equipos configuren entornos separados para cosas como pruebas y análisis, sin ralentizar la aplicación diaria. Esencialmente, significa que las organizaciones pueden tomar mayor ventaja y desbloquear el valor de los datos que tienen (a menudo en enormes cantidades).

Hay una razón final no negociable para que las áreas de TI se aseguren de tener una movilidad de datos adecuada en sus ambientes. Cuando se habla de migración de cargas de trabajo, es difícil no hablar de las “R”. La sabiduría convencional está casi de acuerdo con las siete “R” de la migración a la nube[2], pero al mirar el panorama general más allá de un movimiento unidireccional a la nube, podemos agregar algunas más a la lista. El que es ignorado (por lo general hasta que es demasiado tarde) es Recuperabilidad.

En caso de un incidente, la mayoría de las organizaciones tienen respaldos para restaurar y recuperar. Esto puede ser a pequeña escala, como una máquina virtual eliminada o un parche que salió mal. La alternativa a esto sería una falla de grandes dimensiones en todo el sitio; un escenario de “incendio, inundación y sangre”, o un ataque de ransomware. De acuerdo con el Reporte de Tendencias de Protección 2023, de Veeam, el 85% de las empresas sufrieron al menos un incidente de este tipo en el último año. En estos casos, tener un respaldo sólo ayuda hasta cierto punto. Si el antiguo entorno no está disponible, está contaminado o incluso “acordonado” como escena del crimen, hay que recuperar las cargas de trabajo en un lugar nuevo. Según el informe de Veeam, hay una combinación real entre empresas que deciden hacer esto con una división cercana al 50/50 entre recuperación local y recuperación en la nube.

De todos modos, requerimos ser capaces de mover tales datos de forma segura y eficiente para reducir el tiempo de inactividad lo más posible; tener que organizar una migración a la nube en el contexto de una interrupción crítica del negocio no es un buen momento para aprender lecciones nuevas, por lo que vale la pena estar preparado.

En el mundo de nube híbrida actual, las compañías pueden tener más flexibilidad con respecto a dónde y cómo administran las cargas de trabajo, pero deben asegurarse de tener la movilidad de datos para aprovechar esto. Conforme las organizaciones reevalúan y reorganizan su huella en la nube, necesitan asegurarse de que pueden mover y recuperar datos de un entorno a otro de manera segura y sin sorpresas desagradables.

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