Amnistía Internacional y su App para descubrir si el gobierno te espía

La organización Amnistía Internacional, que trabaja para mejorar los derechos humanos en el mundo, ha presentado una aplicación, bautizada como Detekt, que permite a los internautas saber si el gobierno de sus países les está espiando la información que introducen en sus computadores.

Es una herramienta de software libre y que tiene el objetivo de ayudar a periodistas y defensores de los derechos humanos, que muchas veces están perseguidos en sus países, a saber si el gobierno lleva un control de su actividad en sus equipos. Mediante el escaneo del equipo, Detekt puede descubrir la existencia de spyware de vigilancia.

Tal y como explican los voceros de Amnistía Internacional, “Detekt es la primera herramienta que se pone a disposición del público y que detecta importante spyware de vigilancia conocida, algunos de los cuales se utiliza por los gobiernos“.

Marek Marczynski, Jefe del Ejército, de Seguridad y de la Policía de Amnistía Internacional, explica que “los gobiernos están utilizando cada vez más peligrosa tecnología y cada vez más sofisticada que les permite leer los correos electrónicos privados de activistas y periodistas y de forma remota”. Estos tienen la capacidad de encender la cámara del ordenador y activar el micrófono para grabar en secreto sus actividades.

Explican desde Amnistía Internacional que “Detekt es una sencilla herramienta que alertará a los activistas sobre  tales intrusiones para que puedan tomar medidas. Representa una forma de protesta contra los gobiernos que están utilizando la información obtenida a través de la vigilancia para detener arbitrariamente, arrestar ilegalmente e incluso torturar a defensores de derechos humanos y periodistas“.

El tema del espionaje gubernamental es un problema del que poco a poco los ciudadanos van conociendo más y es dificil saber cuándo un gobierno está detrás de estas herramientas de espionaje. En América Latina también hay gobiernos que realizan estas prácticas para controlar a periodistas y activistas, a pesar de que es ilegal.