Las previsiones sobre crecimiento de información digital siguen a la alza, auspiciadas por el aumento paralelo de tendencias como la movilidad, el cloud computing o el consumo de vídeo.
Tanto es así que ya se calcula que dentro de siete años, en 2020, circularán por el mundo un total de 35,2 Zettabytes frente a los 1,8 Zettabytes alcanzados en 2011.
¿Y cuánto son 35,2 Zettabytes? Unos 35,2 trillones de Gigabytes, lo que es bastante espectacular teniendo en cuenta que los 1,8 Zettabytes actuales serían suficientes para almacenar más de 200.000 millones de películas de alta definición.
Según Sogeti, que calcula que ya hay 1 trillón de dispositivos conectados que soportan la circulación de este volumen de información, los principales impulsores de dicho crecimiento son las aplicaciones empresariales tradicionales, el software móvil, los motores de búsqueda, las redes sociales y los sensores tipo contadores inteligentes.
Todo esto está obligando a las empresas a subirse al carro del Big Data para aprender a sacarle valor a sus datos de forma rápida y adelantarse al futuro con técnicas de análisis predictivo.
De hecho, ya hay quien identifica al Big Data como la fuerza motriz de la era de la información y compara su potencial con el inicio de la Revolución Industrial.
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