Estado digital: el rol de la analítica en la modernización de las instituciones
Dada la alta digitalización y automatización de procesos, los retos y oportunidades que enfrentan los Estados les permite soñar con una gestión más ágil, eficiente y rápida para los ciudadanos.
Las diligencias rutinarias de ir al banco, pagar cuentas, solicitar préstamos o firmar documentos están dejando de ser una tarea tediosa y lenta. Poco a poco, van quedando atrás gracias a la alta digitalización que viven las instituciones.
Y aunque es un camino que aún está en pleno proceso de implementación, en Chile ya se visualiza un buen futuro. Según datos del gobierno, las personas ganarán alrededor de 60 millones de horas extra por año, mientras se ahorran más de 100 millones de dólares al año gracias a la modernización del Estado.
“Lo que viven los Estados y Chile en particular, es un avance natural hacia una mejor relación con los ciudadanos, entendiendo que un mejor servicio implica tecnología. Además, hay un ahorro y eficiencia intrínseca ya que se dejan de usar recursos públicos en papeles, tinta y procesos manuales”, explica Marcelo Sukni, gerente general de SAS Chile.
Y allí es donde la analítica puede cumplir un rol aún más importante en la gobernanza de los datos, el activo más importante en la era digital. De hecho, según el estudio IDC MarketScape los datos en el mundo aumentan en un 40% cada año.
“A través de una serie de soluciones que impulsan la innovación y mejoran el rendimiento de los diferentes sectores, con la analítica se pueden establecer y priorizar los cambios que contribuirán al crecimiento del país y, por ende, al saneamiento de las finanzas públicas, sistema de salud, la seguridad, la justicia, la política, la educación y la economía”, detalla Sukni.
Confianza del ciudadano y productividad
Pese al gran potencial de la analítica en la gestión pública, pocas instituciones lo saben. Ciertamente, además de mejorar la confianza del ciudadano al entregar mejores servicios, también permite crear estrategias innovadoras encaminadas al cumplimiento de los objetivos planteados en el gobierno.
“Es y seguirá siendo el mejor aliado de los gobiernos, pues se ha constituido como una herramienta fundamental para enfrentar los retos que se presentan en el camino, con el conocimiento suficiente para resolver problemas, tomando decisiones en el menor tiempo posible”, asegura el ejecutivo.
En el camino hacia las smart cities es importante seguir sumando herramientas y capacidades digitales que permitan una gestión pública no sólo más eficiente en la labor interna, sino también en la transformación de sus operaciones para ofrecer los servicios adecuados con los recursos necesarios.
“Con una administración de los datos correctamente procesados, las organizaciones gubernamentales tienen la oportunidad de darle a la información un enfoque específico, incrementando el impacto de los programas sociales, la reducción del déficit fiscal e incluso, el mejoramiento de la seguridad ciudadana”, recalca Sukni.
Sumado a lo anterior, está el beneficio inherente de un Estado más sustentable, respetuoso con el medioambiente, con soluciones y respuestas más ágiles. “Es importante construir la base para fortalecer la confianza en las instituciones democráticas, las que tienen contacto directo con el ciudadano. Para ello, la analítica es clave”, concluye Sukni.
