¿Cómo enfrentar los desafíos de la atención médica con la transformación digital?

I+DInnovación

Por Jesse Damstra, CEO de Philips México.

El viaje de transformación digital que ha experimentado la industria de la salud a partir de la pandemia de COVID-19 ha puesto de manifiesto el enorme potencial de utilizar la tecnología para aumentar la eficiencia en la atención tanto presencial como remota para los pacientes. La tecnología se ha convertido en un aliado para ayudar a las instituciones y personal médico a mitigar la carga de trabajo y ofrecer diagnósticos y procesos de atención que poco a poco ayudan a cerrar brechas en los sistemas de salud.

Desde mi perspectiva, la industria de la salud dependerá cada vez más de la inteligencia artificial y el acceso a los macro-datos que facilitan el acceso temprano a información crítica de los pacientes y son la base para un diagnóstico adecuado.

Las innovaciones tecnológicas y las expectativas de los pacientes impulsan al sector a ir más allá de brindar una buena atención; el futuro de la salud está centrado en el paciente y su bienestar, apoyado por la tecnología que permitirá crear ecosistemas para mejorar la experiencia del paciente, recibir atención preventiva basada en datos, así como atención en todas partes mediante la conectividad.

Un ejemplo de lo anterior lo podemos observar en el cambio que ya han realizado algunas instituciones de salud a las historias clínicas electrónicas, abriendo la posibilidad de aplicar modelos de datos para utilizar activamente esta información para brindar atención médica proactiva.

Lo anterior conlleva desafíos sociales y económicos que requieren de una transformación e inversión en recursos tecnológicos. Existe un claro reconocimiento del potencial de la salud digital para transformar los servicios de salud públicos y privados en México y Latinoamérica.

En Philips como empresa de tecnología de salud orientada a mejorar la salud y el bienestar de las personas, seguimos enfocados en aplicar la innovación para contribuir de manera responsable a enfrentar los retos que constantemente se presentan en la industria, especialmente con las lecciones aprendidas que nos ha dejado la pandemia COVID-19 y que aún se siguen abordando.

Algunas recomendaciones

Una forma de mejorar el desempeño de las instituciones de salud en México es mediante la inversión en tecnología, necesaria para mejorar el diagnóstico oportuno, la prevención y la atención médica eficiente en un escenario que se caracteriza por la alta incidencia de enfermedades crónicas la cuales continúan siendo la principal causa de muerte en el país.

Los desafíos de presupuestos para muchas instituciones de salud requerirán la aceleración de nuevos modelos comerciales para respaldar el ecosistema de atención médica, así como la colaboración de diversos actores: los responsables de las políticas públicas, bancos de desarrollo, aseguradoras, entidades públicas y privadas.

Las organizaciones deben tener una visión holística de la atención del paciente de un extremo a otro, pensando en adaptarse a las diversas condiciones que puedan presentarse, como pudimos constatar el año pasado; la atención médica debe centrarse en los pacientes sin importar en dónde se encuentren. A medida que se mantenga esta tendencia aunada a la rápida adopción de la telesalud; la tecnología portátil, el diagnóstico y tratamiento remoto para los pacientes incrementará su demanda.

Una adecuada gestión de datos es esencial para lograr una adecuada colaboración remota; lo cual implica que la interoperabilidad clínica y la estandarización de los registros médicos y otros datos de salud son esenciales para este sector. Con la adopción de herramientas digitales como los expedientes médicos electrónicos (EMR), las carpetas llenas de estudios y el almacenamiento de gran cantidad de papeles están quedando atrás; sin embargo, aunque se generan más datos de atención médica, mientras se encuentren dispersos en múltiples partes y sistemas, no se estará aprovechando todo su potencial; por ello es importante apuntar a la creación de un único sistema o infraestructura tecnológica que permita almacenar y analizar datos de varias fuentes a escala. Aquí una oportunidad para pensar a mediano y largo plazo de qué manera se pueden unificar esfuerzos de todos los actores para ir superando este reto.

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