Nosotras las mujeres ejecutivas tenemos mucho que celebrar, pero no debemos bajar la guardia

Empresas

por Ana Paula Kagueyama, directora global de soluciones para el cliente de PayPal Latam.

La diversidad es un hecho; la inclusión, una elección. La diversidad de género está ganando terreno en América Latina, pero la realidad es que las mujeres de la región todavía están muy subrepresentadas en roles corporativos de alta dirección. Cuando se trata de liderazgo, las mujeres siempre han jugado un papel crucial, sin embargo, según la definición tradicional de líder, el número de mujeres siempre ha sido muy bajo. Aún queda mucho por hacer, lo sabemos, pero el camino está marcado y hemos visto avances fundamentales.

Un buen termómetro para entender lo que está sucediendo es la última edición de la encuesta “Mujeres en Liderazgo”, un estudio que identifica las mejores prácticas y políticas que incentivan la igualdad de género y promueven a las mujeres en el liderazgo de las principales empresas de América Latina. Se trata de una alianza entre WILL (Women in Leadership in Latin America) con Valor Económico y Editora Globo en Brasil, que cuenta con el apoyo metodológico del Instituto Ipsos, socio de PayPal en tantos estudios durante los últimos años.

Me enorgulleció ver que PayPal ocupaba el puesto 17 en la clasificación general, entre las 162 empresas participantes, y el 15 en la categoría “Calificación y fomento del liderazgo femenino”. Además, ocupamos el segundo lugar en nuestro ranking específico de servicios financieros.

Según la encuesta, las prácticas de equidad en la agenda de liderazgo de las empresas se han desarrollado en muchos aspectos: por ejemplo, el 68% de las empresas tienen liderazgo formal en su directorio con la misión específica de promover la equidad de género (en 2019, este porcentaje fue del 56%). ); y el 66% tiene el tema de la equidad en la agenda de sus altos ejecutivos como una prioridad (hubo 52% en 2019).La lucha contra la cultura del prejuicio, en cambio, se deriva de políticas internas y campañas de sensibilización: el 88% de las empresas tienen políticas que prohíben la discriminación por razón de género (87% en 2019); y el 78% lanzó campañas de concienciación interna para aumentar la comprensión de la importancia de valorar a las mujeres (70% en 2019).

Cifras que hay que celebrar, por supuesto, pero sin dejar caer la guardia, a juzgar por lo que informa el Índice de Diversidad de Genero (IDG), una encuesta elaborada por Kantar, que aporta datos valiosos. Según el estudio, solo el 10% de las 668 empresas europeas más grandes, con acciones en bolsa, demuestran equilibrio entre mujeres y hombres en los llamados puestos de liderazgo, como coordinadores, directores y directores ejecutivos. La evaluación se llevó a cabo en 18 países y tiene como objetivo fomentar las prácticas de inclusión, además de reconocer a las empresas que promueven la igualdad de género en su fuerza laboral.

El estudio también muestra que, aún con un porcentaje bajo de ocupación femenina actual, los resultados son mejores que en años anteriores, lo que indica que esta es una preocupación que las empresas, poco a poco, tienden a resolver. De 2012 a 2020, el número de mujeres en puestos de liderazgo en el mundo se duplicó: del 10% al 20%. ¡Esto si es un gran avance!

La igualdad de género no solo es moralmente fundamental, sino que está dando frutos a mediano plazo para las empresas. Es pura matemática: según la última encuesta de la Oficina de Actividades para los Empleadores de la OIT (Organización Internacional del Trabajo), el 60% de las 14.000 empresas entrevistadas en 72 países informaron de un aumento en la productividad y las ganancias después de cambiar sus políticas de equidad.

Ahora, la guinda del helado: para muchos consumidores, la agenda de equidad, diversidad y representatividad se toma cada vez más en serio a la hora de decidir si convertirse o no en cliente de una empresa o de una marca. Esto es lo que señala una encuesta realizada por Accenture: el 46% de los encuestados prefiere empresas que tengan personas diversas en su fuerza laboral. Y más: están dispuestos a pagar hasta un 5% más por el producto o servicio si entienden que la equidad y la diversidad son, de hecho, temas prioritarios para la empresa.

Para concluir debo recalcar que el camino aun es largo y todos debemos hacer nuestra parte. Los medios de comunicación y la prensa deben proporcionar visibilidad del éxito de las mujeres en diferentes industrias, incluidas las ciencias, la tecnología, las matemáticas y las industrias pesadas. A su vez las empresas debemos preguntarnos constantemente qué estamos haciendo con el talento femenino, cómo estamos distribuyendo y lo más importante, como estamos promoviendo y desarrollando este talento internamente.

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