La paciencia de los accionistas de Nokia comienza a agotarse

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Mientras inversores y analistas aconsejan a Stephen Elop que reconsidere su alianza con Microsoft, el CEO de Nokia insiste en continuar lanzando smartphones Lumia con Windows Phone.

Ayer se celebró la reunión anual de inversores de Nokia y éstos demostraron abiertamente su descontento con la dirección que ha tomado el fabricante de teléfonos finlandés durante los últimos veinticuatro meses.

Unos veinticuatros meses durante los cuales el CEO de la compañía, Stephen Elop, no ha temblado a la hora de sustituir los teléfonos gobernados por el sistema operativo Symbian propio de la casa por la nueva familia de terminales Lumia, surgidos de su colaboración con Microsoft y Windows Phone, de los que pronto tendremos más noticias, a pesar de que los resultados no están acompañando.

Elop ha conseguido reducir los costes de fabricación, pero no ha logrado aumentar la cuota de mercado de Nokia durante este tiempo. De hecho, su participación ha ido menguando y ya no está considerado como el principal proveedor de teléfonos móviles a nivel mundial. Tampoco está entregando informes económicos demasiado favorables, lo que ha hecho que el precio de las acciones se sitúe actualmente en unos 2,72 euros frente al picode 65 euros de principios de siglo.

La partida parece especialmente perdida en cuanto a smartphones de primer nivel, justo el rango al que se dirigen buena parte de los terminales Lumia y al que debería renunciar Nokia para recuperar la senda de la competitividad, según los expertos.

Los inversores lo tienen claro: “Eres un buen tipo y el equipo de directivos está haciendo todo lo que puede pero, claramente, no es suficiente”, espetó el accionista Hannu Virtanen a Elop durante la reunión, tal y como recoge Reuters. “¿Eres consciente de que los resultados son lo que importa? El camino al infierno está empedrado de buenas intenciones. Por favor, elige otro camino”.

Por su parte, los analistas sugieren al director general de Nokia y a su equipo que se centren en smartphones de gama baja o incluso en teléfonos de gama de entrada, al estilo Asha, y los comercialicen en mercados emergentes. En dicho segmento la batalla con los fabricantes asiáticos por hacerse un hueco sería dura, pero al menos no estaría ya decidida a favor de Apple y Samsung como la de los teléfonos inteligentes.

A todo esto, ¿qué tiene que decir Elop? Que la cooperación con Microsoft seguirá adelante, a pesar de los pesares. “Realizaremos ajustes sobre la marcha. Pero es evidente para nosotros que en la guerra de ecosistemas actual hemos hecho una decisión muy clara de centrarnos en Windows Phone con nuestra línea de productos Lumia. Y es con eso con lo que vamos a competir frente a rivales como Samsung y Android”, ha advertido.

Ahora habrá que esperar para ver si su estrategia da por fin los frutos esperados o la paciencia de los inversores acaba por romperse.